Un comentario destaca que la casa de Lidia se convirtió en el hogar de los misioneros (v. 15) y en la primera iglesia en Filipos (ver v. 40). (5) Pablo y Silas en la cárcel de Filipos, 16:16–24. No se sabe cuánto duró la actividad de los misioneros en Filipos. A pesar de la nota del v. 12 (algunos días), es casi seguro que debió haberse prolongado por lo menos por varias semanas (v. 18, muchos días). Pablo, pues, tuvo suficiente tiempo para establecer allí una comunidad floreciente, por la cual
Page 157